Según las expectativas económicas en el primer trimestre de 2021, la economía en el grupo de la UE crecerá un 4,2 % en 2021 y un 4,4 % en 2022. Se prevé que la economía de la región del euro crecerá un 4,3 % este año y un 4,4 % el año próximo. Estas cantidades representan una optimización importante de las perspectivas de desarrollo frente a las expectativas económicas de invierno de 2021, que la Comisión anunció en febrero. Las tasas de desarrollo van a seguir siendo dispares dentro de la UE, pero cabe aguardar que las economías de los Estados integrantes vuelvan a finales de 2022 a los escenarios anteriores a la crisis.
A mayor vacunación, menos restricciones y mayor crecimiento económico
La pandemia de la COVID-19 es un choque de proporciones históricas para las economías de europa. En 2020, la economía de la UE se contrajo un 6,1 % y la de la región del euro, un 6,6 %. Aunque, generalmente, las compañías y los clientes se han ajustado para sobreponerse a las medidas de contención —algunos sectores como el turismo y los servicios en persona— siguen resintiéndose.
El repunte de la economía europea que empezó el pasado verano se estancó en el último período de tres meses de 2020 y en el primero de 2021 de manera paralela a la primer parte de novedosas medidas de salud pública para contener el incremento del número de casos de coronavirus. No obstante, se estima que las economías de la UE y de la región del euro repunten con fuerza mientras aumenten los índices de vacunación y se aflojen las limitaciones. Este desarrollo va a estar impulsado por el consumo privado, la inversión y la creciente demanda de exportaciones de la UE originada por el fortalecimiento de la economía mundial.
La inversión pública como porcentaje del Producto Interno Bruto alcanzará su nivel más prominente en bastante más de diez años en 2022, impulsada por el Mecanismo de Rehabilitación y Resiliencia, parte integral y escencial de NextGenerationEU.
El mercado laboral mejora paulatinamente
Las condiciones en los mercados laborales están progresando lentamente tras la llamada de atención inicial de la pandemia. El empleo creció en el segundo semestre de 2020 y las tasas de desempleo disminuyeron, tras haber alcanzado máximos en la mayor parte de los Estados integrantes.
Los regímenes de ayudas públicas, incluidos los apoyados por la UE por medio del instrumento SURE, evitaron que se genere un incremento drástico de las tasas de desempleo. No obstante, los mercados laborales van a necesitar tiempo para volver como estaba completamente, puesto que las compañias todavía tienen margen para incrementar las horas de trabajo antes de que deban contratar a más trabajadores.
En la UE, se prevé una tasa de desempleo del 7,6 % en 2021 y del 7 % en 2022. En la región del euro, en cambio, se prevé que va a ser del 8,4 % en 2021 y del 7,8 % en 2022. Estos índices siguen siendo superiores a los escenarios previos a la crisis.
Inflación variable a lo largo de 2021
La inflación aumentó de manera acusada a inicios del año en curso, gracias a la subida de los costos de la energía y a una secuencia de causantes técnicos de carácter temporal, como el ajuste anual de las ponderaciones concedidas a los bienes y servicios de la cesta de consumo usados para calcular la inflación. La derogación de los tipos reducidos del IVA y la entrada en vigor de un impuesto sobre el carbono en Alemania además tuvieron un efecto importante.
La inflación variará relevantemente a lo largo de el año, puesto que los costos que se estima que tenga la energía y los cambios en los tipos del IVA generarán oscilaciones aceptables en el nivel de los costos frente a el mismo lapso del último año.
En la UE, las expectativas de inflación señalan a un 1,9 % en 2021 y un 1,5 % en 2022. En la región del euro, en cambio, se prevé que la inflación va a ser del 1,7 % en 2021 y del 1,3 % en 2022.
La deuda pública alcanzará máximos históricos este 2021
Las ayudas públicas a los hogares y las compañias fueron escenciales para mitigar la difusión de la pandemia en la economía, pero, como resultado aparejada, los Estados integrantes han incrementado sus escenarios de deuda.
Se prevé que el déficit añadido de las gestiones públicas aumente este año en la UE alrededor de medio punto porcentual, hasta situarse en el 7,5 % del Producto Interno Bruto, y alrededor de tres cuartas partes de un punto porcentual en la región del euro, hasta situarse en el 8 % del PIB. Se prevé que todos los Estados integrantes, excepto Dinamarca y Luxemburgo, van a tener un déficit superior al 3 % del Producto Interno Bruto en 2021.
No obstante, se prevé que en 2022 el déficit presupuestario añadido se achicará a la mitad, hasta situarse justo abajo del 4 %, tanto en la UE como en la región del euro. Se prevé que el número de Estados integrantes que va a tener un déficit superior al 3 % del Producto Interno Bruto disminuirá sustancialmente.
En la UE, se prevé que la ratio deuda pública / Producto Interno Bruto alcance un más alto del 94 % este año, antes de bajar sutilmente hasta el 93 % en 2022. Se prevé que la ratio deuda pública / Producto Interno Bruto de la región del euro siga la misma tendencia: va a aumentar hasta el 102 % este año y disminuirá sutilmente hasta el 101 % en 2022.
El riesgo para las perspectivas, elevado
Los peligros alrededor de las perspectivas son superiores y no se disiparán mientras la amenaza de la pandemia de coronavirus aceche a la economía.
La evolución de la circunstancia epidemiológica y la eficacia y efectividad de los programas de vacunación tienen la posibilidad de arrojar resultados superiores o peores que los previstos en la conjetura primordial de estas expectativas.
Puede que estas expectativas subestimen tanto la propensión de los hogares a gastar, como la intención de los clientes de sostener escenarios de ahorro superiores por precaución.
Otro aspecto es el calendario de la retirada de las reglas de asistencia, que, de ser prematura, podría poner en riesgo la rehabilitación. Por otro lado, si estas ayudas no se retiran a tiempo, podrían producirse distorsiones en los mercados y producirse obstáculos a la salida de compañias inviables.
La incidencia de las adversidades de las compañias sobre el mercado de trabajo y el área financiero tiene la posibilidad de ser peor de lo pensado.
Un más grande desarrollo mundial, principalmente en los EE. UU., podría tener un efecto más positivo de lo que se espera en la economía europea. No obstante, un más grande desarrollo de los EE. UU. podría incrementar el desempeño de los bonos soberanos estadounidenses, lo que podría ocasionar cambios desordenados en los mercados financieros que afectarían principalmente a las economías emergentes enormemente endeudadas con altas deudas en moneda extranjera.