El teletrabajo ha llegado para quedarse, lo cierto es que antes del año 2020 y sobretodo antes de la pandemia, no existían muchos puestos de teletrabajo, pero a raíz de la situación provocada por el Covid-19 miles de puestos tuvieron que modificarse y adaptarse para desarrollarse desde casa, sin necesidad de acudir al puesto de trabajo.
Durante la desescalada la tasa de asalariados que trabajaban desde casa disminuyó significativamente, pasando del máximo marcado en el 15,28 % durante el confinamiento estricto al 8,92 %. Un año después, en 2021, esa tasa ha bajado otro punto, al 7,89 %, lo cual aún supone el triple que en 2019 (el 2,48%), según la Encuesta de Población Activa (EPA).
Esta nueva modalidad de trabajo para muchas personas, ha conseguido que muchas empresas vean las grandes ventajas que les aporta, pues ahorran dinero en oficinas, gastos de luz, material de oficina y demás, por lo que muchos de los puestos que se adaptan temporalmente para trabajar desde casa, actualmente están convirtiéndose en puestos de teletrabajo fijos.
De hecho se ha creado una nueva figura laboral, la del nómada digital, una persona que no está atada a ningún sitio concreto, que aprovecha la capacidad ‘a distancia’ del teletrabajo (eso significa básicamente el prefijo ‘tele’) para mudarse a donde le apetezca, durante el tiempo que le apetezca, y trabajar desde allí.
El problema viene a raíz de la falta de experiencia que se tiene en España con este tipo de trabajos, pues en otros países llevan años ofreciendo esta posibilidad a sus trabajadores, por lo que saben mejor cómo conciliar el teletrabajo con su vida diaria. Precisamente por este motivo de falta de conocimiento al respecto, muchas personas que estaban encantadas con la idea de teletrabajar, después de haber estado desarrollando sus labores desde casa varios meses, empiezan a detectar puntos negativos.
Veamos esas consecuencias del teletrabajo en la salud.
Consecuencias físicas
Uno de los mayores problemas que han detectado las miles y miles de personas que están teletrabajando ya varios meses, es sin lugar a dudas el cambio físico que están teniendo, el hecho de no tener que salir de casa por las mañanas, ir corriendo al trabajo, moverse por la oficina y volver a casa, ha supuesto una disminución considerable de actividad física, lo cual se traduce en un aumento de peso.
Este aumento de peso, es muy habitual en personas que empiezan en teletrabajar, es normal que al reducir la actividad física del día, el gasto calórico disminuye también, por lo que si no se reduce la ingesta de calorías, el resultado será una ganancia de kilos irremediable, llegando en muchos casos a rozar límites peligrosos para la salud.
Esto se puede remediar fácilmente controlando las comidas que se hacen al día así como su contenido, pues al no salir de hogar y tener poco movimiento durante el día, no se necesitan las mismas calorías para sobrevivir.
Al aumento de peso hay que añadirle la pérdida de forma física, pues muchas personas han detectado como su forma física se ha visto afectada negativamente, perdiendo resistencia en muchos músculos así como fondo físico, pues no es lo mismo estar en movimiento durante el día que todo el día en casa sentado delante del monitor.
Para mejorar esta situación hay que complementar una dieta equilibrada con ejercicios rutinarios que se puedan hacer desde casa, lo ideal sería poder salir y acudir a un centro deportivo, pero dado que no todas las personas tienen el tiempo para hacer eso, hay que intentar por lo menos hacer una rutina de ejercicios que dure mínimo 15-30 minutos cada día.
Todo esto sin tener en cuenta los dolores musculares que aparecen al no realizar ningún tipo de movimiento durante el día, los más comunes son los de espalda y cuello, por lo que será necesario hacer estiramientos y tener una postura adecuada durante la jornada.
Para evitar que este tipo de lesiones y dolencias lo mejor es acudir a vuestro centro de rehabilitación y fisioterapia para que el profesional correspondiente os oriente sobre cuáles son los mejores ejercicios para evitar dolores posturales provocados por el teletrabajo.
Consecuencias psicológicas
Por otro lado, tenemos las consecuencias psicológicas, entre las más destacadas podemos mencionar la depresión y sensación de soledad o aislamiento.
Muchos sicólogos aseguran que trabajar desde casa puede ser muy bueno para tener una buena conciliación familiar, pero que por desgracia suele acabar dando más problemas mentales que soluciones, en este sentido, el hecho de no ver a ninguna persona durante todo el día puede acabar haciendo que la persona en cuestión tenga una percepción de soledad o aislamiento de la sociedad terrible.
Es necesario recordar que muchas personas viven solas y el hecho de no acudir al trabajo de forma física, supone no ver a nadie durante todo el día, por lo que no tendrían la posibilidad de tener conversaciones con compañeros de trabajo durante los descansos.
Esta situación, si no se trata a tiempo, mediante quedadas con amistades fuera de la jornada laboral o mediante videollamadas, puede acabar produciendo una depresión severa.
Para evitar todos estos trastornos mentales, es necesario tener una buena rutina diaria, que nos obligue de una u otra forma a salir de casa una vez se ha terminado el trabajo, ya sea para ver a amistades o para acudir a actividades sociales, lo importante es socializar con otras personas, pues el ser humano es un ser sociable y si pasa mucho tiempo sin contacto humano puede desembocar en trastornos mentales como la depresión.
Otra opción para paliar las consecuencias negativas de teletrabajar encerrado es ser un nómada digital, de lo cual hablaremos más abajo.
¿Puede la empresa obligarte a volver a tu centro de trabajo al 100%?
Es importante recordar que el teletrabajo es voluntario y reversible para ambas partes, por lo que puede iniciarse o suspenderse tanto a instancia de la empresa como del trabajador.
Con carácter general la empresa puede poner fin al teletrabajo parcial o totalmente sin necesidad de un tiempo mínimo de preaviso, salvo que haya acuerdo individual o colectivo que establezca otra cosa.
Según la ley que regula el teletrabajo, para poder seguir trabajando desde casa el trabajador debe justificar un mayor riesgo por exposición al Covid para su salud o apelar al derecho de conciliación, algo que está especialmente reconocido a padres de hijos menores de 12 años.
¿Qué pasará con el teletrabajo cuado pase la pandemia?
Todavía hay dudas sobre si el teletrabajo volverá al nivel ínfimo que había en España en los años precedentes al Covid o si las empresas han entendido las ventajas del teletrabajo y las han agregado a su correspondientes culturas empresariales.
Hay muchas empresas aún con resistencia al cambio ya que siguen practicando hábitos de desconfianza en sus propios trabajadores, lo cual obliga al presencialismo para la fiscalización de las horas trabajadas.
Por el contrario, hay ciudades como Málaga que están pugnando por estar entre las mejores ciudades del mundo para trabajar, posicionándose en el mercado de los nómadas digitales, esos profesionales del sector tecnológico digital que pueden trabajar desde casa… o desde cualquier parte del mundo. De esta forma las ciudades generan un nuevo flujo turístico relacionado con el teletrabajo.
Cierto es que esta tendencia, la de los nómadas digitales, sería un contrapunto interesante con lo que hemos comentado acerca del teletrabajo y la salud, ya que obliga a unir conceptos como el turismo y el teletrabajo, la búsqueda de condiciones que mejoren la calidad de vida o, en general, la satisfacción personal de conocer el mundo mientras se trabaja.