Cs Málaga le reclama a la Junta de Andalucía una mayor flexibilidad en las normas de aforo

Noelia Losada, concejala de Cultura y portavoz de Ciudadanos Málaga en el Ayuntamiento de Málaga, ha presentado una moción urgente al pleno ordinario de abril en el que sostiene que la cultura es segura y que no es lógico el nivel de restricción sobre el aforo de los espacios culturales acorde a las cifras actuales de la pandemia.

La portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Málaga, Noelia Losada, ha presentado una moción al pleno ordinario del mes de abril para que la Junta de Andalucía interprete el marco legal desde el punto más favorable para el Teatro Cervantes, actualmente fijado en 150 y con capacidad para más de 1.000, y le permita volver a los 500 espectadores, algo más razonable dada la situación actual de incidencia acumulada por la pandemia.

Dice Noelia Losada:

“No es comprensible que se fije una capacidad máxima para el Teatro Cervantes para 150 espectadores. Eso no hace viable ningún espectáculo. Ni para la Administración ni para los artistas. Nadie comprende por qué en una situación más favorable de la pandemia tenemos peores reglas de juego de otros momentos, cuando decidimos que el aforo se quedaría en 500 espectadores. Hay que recordar que entonces se fijó metro y medio de separación y se establecía la excepción de que cuando no se pueda se apliquen protocolos y medidas higiénicas”.

Desde el Área de Cultura del Ayuntamiento ya se han organizado múltiples espectáculos que han demostrado que con planificación y estricto cumplimiento de las normas de higiene se pueden llevar a cabo sin la aparición de brotes de covid. Así, el Festival de Cine Español de Málaga o la Gala de entrega de los Premios Max.

“No queremos ir contra la ley ni contra las normas sanitarias. Pero creemos que es posible su aplicación más favorable. Hasta ahora la cultura ha demostrado máxima seguridad, hasta el punto de que no nos consta ningún brote en torno a ella”.

Ciudadanos recalca la importancia del sector cultural, un 3% del PIB nacional, y que estas restricciones afectan negativamente a las administraciones públicas que tienen que programar contenido cultural en sus espacios, toda vez que la programación es un pilar fundamental en este ámbito, pero también lo hace sobre las empresas culturales y sobre los propios espectadores.